La historia de un pueblo esta escrita en sus monumentos,vestigios silenciosos de épocas pasadas,resistiendo el olvido ante el vertiginoso progreso.
Ceden desgastados transformadas en misterios fantasmales tras la fronda montaras,ella cubre la desolación donde antes había ruidos y risas .
La Darsena con sus viejos canales de riego transita esos recuerdos dejando ver en sus pobladores centenarios compuertas al pasado.
Hacia el año 1895 el sueño hidrico del Ing. Carlos Casaffousth bañaba la tierra con fulgor pionero.
Sobre la orilla el canal de la Cuarteada proyectaba su cause abastecimiento los grandes ingenios azucareros extintos y marchitos de Santiago.
Quedan montículos de piedra , ladrillos y algun paredon,siguen en pie impertérrito,reprimido,resignado y solitario,sin saber acaso que tienen epopeyas de esplendor y opulencia.
La dezason inconfundible arrastra todo al olvido y le cierra la entrada a la elocuencia del genio divino.
Hoy la pluma emerge sus mas recónditos secretos trayendolos al presente con su protagonistas,sus imagenes,sus temores de antaño.
Estas pruebas concretas de historia no debe borrarlas el hombre,si es consciente,preservar para no equivocar,estudiando y fundamentando lo que el sudor obrero crea y enarbola.
Ceden desgastados transformadas en misterios fantasmales tras la fronda montaras,ella cubre la desolación donde antes había ruidos y risas .
La Darsena con sus viejos canales de riego transita esos recuerdos dejando ver en sus pobladores centenarios compuertas al pasado.
Hacia el año 1895 el sueño hidrico del Ing. Carlos Casaffousth bañaba la tierra con fulgor pionero.
Sobre la orilla el canal de la Cuarteada proyectaba su cause abastecimiento los grandes ingenios azucareros extintos y marchitos de Santiago.
Quedan montículos de piedra , ladrillos y algun paredon,siguen en pie impertérrito,reprimido,resignado y solitario,sin saber acaso que tienen epopeyas de esplendor y opulencia.
La dezason inconfundible arrastra todo al olvido y le cierra la entrada a la elocuencia del genio divino.
Hoy la pluma emerge sus mas recónditos secretos trayendolos al presente con su protagonistas,sus imagenes,sus temores de antaño.
Estas pruebas concretas de historia no debe borrarlas el hombre,si es consciente,preservar para no equivocar,estudiando y fundamentando lo que el sudor obrero crea y enarbola.
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