En el día internacional de los bosques proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, es importante reflexionar no solo sobre los beneficios que estos nos traen con sus bienes y servicios, sino también observar sobre la situación en que ellos se encuentran.
Hoy los bosques ocupan unas 4.000 millones de hectáreas, que representan cerca del 31 % de la superficie del planeta, pero se pierden 13 millones de hectáreas por año, siendo la expansión de la frontera agropecuaria y la urbanización las causas principales de su desaparición, y este es uno de los temas que nos tienen que ocupar en este nuevo milenio.
Los bosques constituyen un patrimonio natural esencial para la vida y son activos económicos importantes, fundamentales para sostener el medio ambiente mundial. Proporcionan una amplia variedad de bienes, como alimentos, madera, fibra, y servicios ecosistémicos como la regulación del clima, la protección de cuencas hídricas, son sumidero de carbono, entre otros.
“Hoy dependemos de estos bienes y servicios, constituyéndose en la subsistencia de millones de personas cuyos empleos se relacionan con los bosques. Sin embargo, a lo largo de los últimos años hemos transformado los ecosistemas forestales de una manera muy rápida y profunda, más que en ningún otro período histórico. La reconversión de bosques en tierras de cultivo y de pastoreo así como la transformación general de los ecosistemas forestales han contribuido al desarrollo económico, pero no todas las regiones ni todas las poblaciones se han beneficiado de ello, y muchas han sufrido en términos socioculturales, económicos y ambientales los costos de la deforestación y la degradación de los bosques que se manifiestan con la pérdida de la diversidad biológica, la desertificación, las cada vez más frecuentes inundaciones y sequías, colaborando así al calentamiento global”, analiza el consultor Juan Emilio Bragado, de JEB Ingeniería Forestal.
El profesional es adscripto Cátedra Política y Legislación Forestal de la Facultad de Ciencias Forestales de la UNaM y director Regional NEA del Instituto de Estudios Políticos y Sociales.
Forestación sostenible
“Misiones es una de las provincias más privilegiadas en cuanto a su riqueza natural boscosa, posee uno de los ecosistemas forestales más ricos en biodiversidad y cuenta aun con más del 50% de su superficie original en sus distintos estados de conservación. Pero lamentablemente la Mata Atlántica ha reducido su superficie drásticamente, ya que de las 129 millones de hectáreas originales, solo quedan 9 millones, apenas el 7% de la superficie que originalmente cubría parte de Paraguay, Brasil y Argentina, esto se debió a que culturalmente los bosques fueron un obstáculo para el desarrollo económico y para la colonización de territorios, por lo que las políticas públicas incentivaban su conversión para ganar tierras para otros usos productivo del suelo; para asentamientos de poblaciones rurales generando riquezas con estos nuevos cultivos, nuestra provincia no fue la excepción”, indicó el especialista.
En la provincia la deforestación resulta a menudo rentable, porque sus costos no repercuten en las empresas que desmontan la tierra con fines agrícolas, ganaderos o silvícolas, ni en las que explotan y venden la madera, los indicadores de rentabilidad siempre han estado por encima de un manejo forestal sostenible. “El problema está en que los costos intangibles han venido repercutiendo en la sociedad y con mayor frecuencia, en los hogares pobres y en las comunidades aborígenes de las zonas rurales cuya supervivencia dependen de los recursos y servicios ofrecidos por los bosques”, remarcó Bragado.
En este sentido, aseveró que “afortunadamente esta tendencia se está revirtiendo al tomar conciencia de la necesidad de valorizar los bosques, no solo por su producción primaria sino por su generación integral de bienes y servicios, para lo cual se requiere la implementación de políticas que equilibren el pilar económico, con el social y ambiental”.
Por otra parte, en el contexto global destacó que Misiones cuenta con el último relicto de selva paranaense que aún puede ser conservado y puesto en producción bajo esquemas de manejo forestal sostenible, con una extensa superficie de áreas naturales protegidas, fortaleza que la pone por encima de Costa Rica, uno de los países que está a la vanguardia en materia de conservación y comercialización de la producción terciaria de los bosques, escenario que se enriquece con la amplia gama de normativas relacionadas con el bosque nativo; los recursos humanos capacitados e instituciones afines.
Políticas y presupuesto
El especialista también analizó las debilidades que aún existen en materia de política forestal. “Una debilidad la encontramos en la escasa capacitación en prácticas silvícolas y manejo forestal sostenible por parte de las empresas de servicios forestales (las encargadas de realizar la cosecha). Pero la debilidad más importante del sector es encabezadas por la inseguridad jurídica que no garantiza eficientemente el derecho a la propiedad privada; la que se manifiesta por la falta de acción adecuada y rápida por parte de la justicia ante los avances de la intrusión de tierras con selva los que representan una gran amenaza para los bosques que son llevados a la fragmentación, degradación y depredación constante”, indicó el profesional.
Además, también señaló “la falta del cumplimiento de las asignaciones de los fondos establecidos en la ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de Bosques Nativos también es una amenaza para el cumplimiento de los planes de conservación y manejo forestal sostenible. En este contexto no es menor la incidencia en la ecuación económica del cobro por parte de los municipios de tasas retributivas a las propiedades con bosques, siendo que son los bosques los que proporcionan un verdadero servicio a los municipios”, recalcó.
“Esta caracterización se contrapone con la oportunidad que presenta la tendencia a favor de la valorización de la producción terciaria del bosque y de sus servicios eco sistémico, demanda que se manifiesta a nivel regional, nacional y mundial”, fundamentó Bragado.
En conclusión, el especialista consideró que “deberíamos encontrar alguna metodología de consenso y colaboración, reconociendo que la sostenibilidad de los bosques requiere necesariamente del compromiso de todos, desarrollando un proceso de planificación participativa y propiciando una gestión asociada, donde se involucren todos los actores, generaríamos así un efecto sinérgico que fortalecería la gestión del estado quien tiene la responsabilidad de aplicar las políticas en esta materia”, concluyó.
POTENCIAL ENERGÉTICO
Por otra parte, también conmemorando el día internacional de los Bosques, el presidente de la Asociación Forestal Argentina (Afoa) Jorge Barros -y vicepresidente del 4to Congreso Forestal Argentino y Latinoamericano-, explicó que "con la madera fina proveniente de los bosques cultivados y los desperdicios de la industria de la madera el sector puede convertirse en un jugador de peso en materia de bioenergía y aportar una solución a provincias con graves problemas en este aspecto".
Actualmente hay más de 4 millones de toneladas de biomasa que no tienen destino industrial que podrían transformarse en energía renovable con amplios beneficios sociales, ambientales y económicos.
Asimismo, José Urtubey, vicepresidente de Afoa y representante argentino en el Comité Foresto-Industrial de FAO indicó que “la producción de energía de base forestal es ambientalmente amigable, ya que es un combustible que proviene de fuente renovable y aprovecha una materia prima que de no industrializarse se termina perdiendo y, en el peor de los casos, quemando con fuerte impacto negativo en lo ambiental. El sector forestal puede ayudar a diversificar la matriz energética del país”.
Este tema estará presente en el 4to Congreso Forestal Argentino y Latinoamericano, en el que se espera la asistencia de unas 2000 personas y que se desarrollará del 23 al 27 de setiembre en la Ciudad de Puerto Iguazú, Misiones. Abordará este tema de vital importancia, además de otros vinculados a la política forestal como son la producción sostenible y el uso y cuidado del bosque nativo, entre otros.
“La provincia de Misiones es sin dudas la capital forestal del país, tiene una riqueza enorme tanto en industria forestal como en su selva natural”, afirmó Barros. “Esperamos instalar a este sector en la agenda nacional para que las autoridades comprendan que es una verdadera solución a esta problemática. La industria forestal en argentina se provee, en un 90%, sobre bosques de cultivo y estos quitan presión a los bosques nativos ayudando a su preservación”, concluyó.
El país posee alrededor de 30 millones de hectáreas de bosques nativos y 1,2 millón de hectáreas de bosques cultivados. El Estado ha promovido leyes de protección de bosques nativos (Ley 26331) y de promoción de bosques de cultivo (Ley 25080 prorrogada como Ley 26432) que señalan una voluntad de acción que debe ser profundizada para asegurar los objetivos que las impulsaron.
Fuente de la info misionesonline.net
Dom Mar 08, 2020 12:52 pm por Admin
» “Mburucuyá rastrero”,o “Pasionaria azul” ( Passiflora chrysophylla )
Vie Feb 14, 2020 9:45 pm por Admin
» Retama (Prosopis sericantha-Flora de Santiago del Estero )
Sáb Nov 02, 2019 2:00 pm por Admin
» Destruyen casa de un campesino apresado por usurpación
Lun Oct 07, 2019 8:31 pm por Admin
» ¿Por qué los loros pueden hablar?
Sáb Sep 21, 2019 6:37 am por Admin
» Visita del ISPP N°1
Dom Sep 08, 2019 9:05 am por Admin
» 34 animales en peligro de extinción en Argentina
Miér Mayo 08, 2019 1:23 pm por Admin
» Medio siglo después, reaparece garza “Monjita” (Agamia agami)
Sáb Abr 20, 2019 8:39 pm por Admin
» Estamos en el Manual de Santiagio del Estero.
Lun Abr 08, 2019 2:19 pm por Admin