La vida del monte se alterna entre el dia y la noche.
Contextos diferentes y preocupantes,debes prepararte para conversar con el. Descifrar sus códigos son un reto a la percepción.
La dicotomia entre disfrutar y sufrir es un enigma que se aclara con la precaución,un camino incierto te conduce al enmarañado bosquecillo de arboles nativos y de el garras poderosas,lacerantes agujas,granulaciones pegajosas te filtran la piel.
El sol descubierto de nubes deshidrata las carnes,que al paso cansado no encuentran ya su rumbo.
Ruidos,sonidos,gritos indescifrables embalsaman un aire secular de olvido y nostalgia.
El hambre,la sed y el cansancio arrebatan lo que queda de tu humanidad y llega la noche con sus torrentes de frialdad.
Nada vez,pero tus oidos adquieren mayor presicion,los grillos y batracios se apoderan de la bruma,coreandole al grito de la lechuza.
Silvidos nocturnos invitan a la fantasia de la mente acelerada,miedo a la presencia existente de espectros que te miran de la fronda oscura.
Frio y soledad bajo un cielo de estrellas titubeantes.
El monte es asi un callejón misterioso del cual nace la valentia y el coraje del precavido,del que lo respeta,lo comprende y valora para sobrevivir en el.
Texto escrito por Jorge Gustavo Mattje
Contextos diferentes y preocupantes,debes prepararte para conversar con el. Descifrar sus códigos son un reto a la percepción.
La dicotomia entre disfrutar y sufrir es un enigma que se aclara con la precaución,un camino incierto te conduce al enmarañado bosquecillo de arboles nativos y de el garras poderosas,lacerantes agujas,granulaciones pegajosas te filtran la piel.
El sol descubierto de nubes deshidrata las carnes,que al paso cansado no encuentran ya su rumbo.
Ruidos,sonidos,gritos indescifrables embalsaman un aire secular de olvido y nostalgia.
El hambre,la sed y el cansancio arrebatan lo que queda de tu humanidad y llega la noche con sus torrentes de frialdad.
Nada vez,pero tus oidos adquieren mayor presicion,los grillos y batracios se apoderan de la bruma,coreandole al grito de la lechuza.
Silvidos nocturnos invitan a la fantasia de la mente acelerada,miedo a la presencia existente de espectros que te miran de la fronda oscura.
Frio y soledad bajo un cielo de estrellas titubeantes.
El monte es asi un callejón misterioso del cual nace la valentia y el coraje del precavido,del que lo respeta,lo comprende y valora para sobrevivir en el.
Texto escrito por Jorge Gustavo Mattje
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