Algunos vienen y a otros se lo llevan.

Un mundo no se hace solo,  miríadas de seres actúan en los 3 reinos para su formación, del hombre abajo nadie transgrede la ley de creación, desde la minúscula hormiga al estridente león gobiernan la incesante transformación. Hacedores constantes de tanta belleza, inmersos en ese contexto fascinante aprendimos y enseñamos que respetar ayuda más.
Pusimos en el monte un ayudante ancestral (Peludo -Chaetophractus villosus). Ahora es libre en su ambiente natural, sin embargo, en ocasiones nos cuesta detener la ambición.
Una red invisible nuestros pájaros se llevaron, dejando cavado el silencio y el dolor, magulla la inconsciencia, la desidia y el deshonor.  No hay ley que ampare al zorzal cantor, cortan, trafican, dañan desplumando al monte, dejándolo sin color. El año pasado, para esta misma época, en su nido murió, al verse sin madre el indefenso pichón. Últimamente es muy triste ver  tanta desolación.
Denunciamos, rogamos, pregonamos “educar y preservar es nuestra misión” aun en el clamor, excusas no faltan, de los organismos pertinentes mi querido lector.